Una opción más saludable para no saltarte el postre

¿De verdad te vas a saltar este cheesecake de fresa? ¡No tiene azúcar! Cuántas veces después de la comida llega el momento del postre y… pues no, me voy a saltar esas calorías. Por eso en esta ocasión pensé en hacer un postre más liviano.
Este cheesecake de fresa sin azúcar se hace perfecto para cuando estamos controlando mejor lo que comemos y nos da el antojito de dulce. La fresa se presenta en su estado natural, no en tipo mermelada, con lo cual ya estamos bajándole ahí al azúcar y nos quedamos con la fructosa de la fresa. La base de galleta tradicional la cambiamos por una tierra de galletas sin azúcar y, para eso utilizaremos menor cantidad de las que se usa en la base tradicional, con lo que ahí también le estamos bajando al azúcar. Y en cuanto al relleno sustituimos el azúcar por fruta del monje.
Llevo años acompañando mi rendimiento físico con el control y seguimiento de nutricionista para llevar una alimentación más saludable y balanceada y una de las cosas que he aprendido en este tiempo ha sido a controlar el consumo del azúcar, uno de los pilares para una alimentación saludable. Pero de vez en cuando me dan esas ganas de comer algo dulce que no consigo clamar con una pieza de fruta.
Así que pensando en opciones se me ocurrió esta opción de cheesecake de fresa sin azúcar apto no sólo para quienes buscan opciones más saludable sino también para diabéticos. Además la presentación de este cheesecake de fresa lo hace más original y atractivo.

La receta
Ingredientes
500 gr de fresones
80 gr de galletas tipo María sin azúcar
250 gr de queso crema a temperatura ambiente
5 ml (1 cucharadita) de esencia de vainilla
5 gr (1 cucharadita) de fruta de monje (si aún no lo has utilizado aquí te dejo información)
1 limón amarillo, la ralladura
Hojas de hierbabuena para decorar
Procedimiento
Con las manos o con ayuda de un procesador de alimentos tritura las galletas hasta que queden como arena. Reserva.
Con un cuchillo descorazona los fresones.
En un bowl mezcla el queso crema con la vainilla, la fruta del monje y la ralladura de limón. Mezcla hasta que quede todo bien integrado. Vierte la mezcla en una manga pastelera con una duya.
La idea es presentarlo como si fuera un jardín así que pon una base de polvo de galletas. Después rellena cada fresón con la mezcla de queso y colócalos sobre la tierra de galleta. Decora con hojas de hierbabuena.