No hay nada mejor que un producto de temporada. Son fáciles de encontrar en cantidad, calidad y a buen precio. En Panamá echo de menos la temporada de fresas, de cerezas y picotas pero cuando nos llega la temporada de mango se me pasa esa añoranza.

Se encuentran los mangos por todas partes. Desde el semáforo en el que, todavía verdes, nos los venden cortados y aliñados con sal y vinagre (qué cosa más rica, se me hace la boca agua sólo de pensarlo), en cualquier tenderete improvisado en la calle, el mercado,… Los palos de mango cargados son objetivo de muchos que se hacen con unas varas largas para llegar más allá de los bajitos.
Esta temporada, tuve la gran suerte de que Larisa, desde Chitré, me envió una caja con muchos productos del interior, entre ellos bastantes mangos. Unos mangos deliciosos, carnosos, sabrosos y dulcecitos. Así que quería hacer algo con ellos, más allá de comerlos al natural. La opción la tenía clarita: un sorbete de mango.
Sorbete de Mango
Una de las cosas que más agradecen en casa que haya aprendido es a hacer sorbetes y helados. La tranquilidad de saber que ya que se peca (porque cuando nos ponemos, nos ponemos bien, y si no para qué ponerse, ¿no?) sé que estamos comiendo una opción más saludable que las industriales.
Esta receta que hoy os comparto es demasiado fácil para lo rico que está.
- 3/4 de taza de azúcar
- 2/3 de taza de agua
- 2 cucharadas de jugo de limòn
- 2 libras (907 grs. aprox) de mangos frescos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- En una olla pon el azúcar y el agua y, a fuego medio, revuelve hasta que el azúcar se disuelva. Después hay que dejar que la mezcla se enfríe un poco y agrega el jugo de lima. Cubre el recipiente y deja enfriar la mezcla por completo.
- Pela y trocea los mangos y, en un procesador, hazlos puré y lo combinamos con la esencia de vainilla, el sirope que tenemos ya frío.
- Después ponlo en la máquina de helados y sorbetes y procede según las instrucciones de la máquina. Yo tengo el accesorio de KitchenAid para helados y sorbetes.