Ensalada Caprese con pesto de menta

Me costó conseguirlos pero ya tengo todos los ingredientes… Y es que cuando consigues una cosa no encuentras otra y así he pasado días. Eso sí, la lechuga que conseguí no es la Boston que indica la receta sino romana baby pero, ni modo, es lo que encontré.

Julia pela la yuca ensalada caprese

Hoy ha sido de esos días de trabajo en los que, al llegar a casa, sientes que te robaron toda la energía, que no puedes hacer nada más. Me ocupé de los niños hasta que se acostaron y luego tocaba preparar la cena de los adultos. Estaba deseando terminar rápido para poder descansar pero imaginaba los ingredientes que tanto me había costado conseguir en la nevera poniéndose feos y eso me dio la energía para, al menos, adelantar el pesto de menta.

Cuando empecé a triturar todos los ingredientes en el procesador todo hacía sentido, sólo el olor justificó el esfuerzo y el no haber sucumbido a la tentación de sentarme delante del sofá hasta quedarme dormida (algo que en un día como hoy puede domarme 15 minutos).

julia pela la yuca ensalada caprese

La anécdota del día después de hacer el pesto es que al lavar el bowl del procesador se resbaló del escurridor y cayó al suelo, quedando totalmente inservible. Mañana sin falta comprar on line un nuevo bowl se suma a mi lista de cosas pendientes de hacer (cada vez es más larga… necesito un día de dedicación intensiva y exclusiva para poder dejar la lista limpia).

La ensalada caprese habitual no tiene ninguna complicación, más de uno la habrá hecho: tomates, mozzarella fresca, albahaca, un chorreón de aceite de oliva, sal y pimienta. Sin embargo, la ensalada caprese de “100 recetas una historia” tiene un par de variantes, la primera de ellas es que es tibia y la segunda que lleva un pesto de menta.

A pesar de este par de cambios sigo pensando que es una ensalada fácil de hacer, aunque tal vez un poquito más elaborada.

Siguiendo la receta, metí en el horno el tomate con la mozzarella, pero mi horno no es nada sofisticado, así que conseguir un tono dorado en el queso con mi horno no era viable.

Julia Pela la Yuca Ensalada caprese para la oficina
Así quedó mi ensalada aprese en la cochera para la oficina.

Eran las 6:00 am con la velocidad de un cohete terminé la ensalada y la emplaté para poder hacerle unas fotografías aprovechando la luz natural (no soy buena fotógrafa pero alcancé a entender algo sobre la luz).

Rapidito volví a emplatar la ensalada en una lonchera para llevármela a la oficina para el almuerzo. ¡Error! Y es que las prisas no son buenas compañeras. En pleno tranque camino de la oficina pensé que, tras darle el toque tibio en el horno, tenía que haberle dado un toquecito con el soplete…

En la noche, después de arreglar niños, y prepararles unos cupcakes de chispas de chocolate para el día siguiente (mérito que fue atribuido a un duende imaginario que me viene a ayudar cuando me acuesto)  la repetí dorándole la mozzarella con el soplete.

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