Por fin, cada vez más empezamos a valorar los productos de origen local, esos que no han viajado kilómetros y kilómetros antes de llegar a nuestra mesa. Hablar de los hongos La Lomita es, no sólo hablar de un hongo de calidad, sino de un producto local y orgánico en tanto que en su cultivo no utilizan pesticidas.
Cuando reciben el compost, que contiene el mijo (la semilla, para que nos entendamos) se almacena a -2ºC hasta que llega el momento de su utilización. Es entonces cuando se le dan determinadas condiciones de humedad y temperatura, permitiendo así que se desarrolle todo el miselio. Una vez alcanza el 70% de desarrollo del miselio se le añade turba por encima. Poco tiempo después y manteniendo un estricto control de las condiciones de humedad y temperatura de la cámara (24-26ºC y entre 94 y 98% de humedad), el miselio comienza a salir entre la turba, dando paso a los pinnes o cabezas de alfiler. Una vez que la cobertura está invadida por el miselio se le hacen nuevos cambios en el ambiente que favorecen el crecimiento del honguito.
Desde la incubación del compost hasta la producción pasan quince días y cada pieza de compost llegará a dar hasta tres brotes de hongos.
Tras la recolección los hongos pasan al cuarto frío donde se porcionan, rebanan, empacan y se etiquetan.
Cultivan champiñón (hongo blanco), hongo Portobelo, Portobellini y crimini. Siendo los tres últimos el mismo tipo de hongo (hongo marrón) pero su recolección se produce en fases distintas de crecimiento lo que influye también en su sabor.
¿Qué tenemos que tener en cuenta al elegir nuestros hongos cuando los vamos a comprar? Esencialmente el color del tallo y de la cabeza así como la firmeza de la carne del hongo.
La Lomita empezó a operar en el año 2013. Para el diseño e instalación de la planta contaron con la colaboración de expertos procedentes de Holanda. La mayor parte de su producción es para el mercado local y el excedente se exporta a Costa Rica, Aruba o Curaçao. Actualmente sus hongos se encuentran en los principales supermercados de Panamá.
Para conseguir hongos de calidad, ahora sabemos que no sólo hay que controlar las codiciones de temperatura y ambiente en sus distintas etapas de crecimeinto sino, además, mantener en todo momento unas condiciones de higiene y salud extremas en la planta. Sólo así tendremos en nuestra mesa un hongo sabroso que hara las delicias de los comensales más exigentes.