Una mermelada de tomate, casera, original, fácil y perfecta para acompañar una tabla de quesos
Hace poco compré una tabla para servir quesos divina, de pizarra, enorme. Desde que la vi en Crate and Barrel la imaginaba en mi mesa con una gran variedad de quesos, frutos secos, uvas, unas mermeladas (no podía faltar una mermelada de tomate) muchas copas de vino alrededor y una magnifica conversación.
Bueno pues de todo eso que imaginaba… sí, compré la tabla pero aún no la he estrenado, copas de vino aún no tengo (aviso que estoy recién mudada) y bueno, pues me dio por probar a hacer una mermelada… de tomate.
Así que, si a alguien le late el plan…¡que avise y estrenamos la tabla!
LA RECETA
Ingredientes
1/2 kilo de tomates maduros
375 gramos de azúcar
1 limón, el jugo
Procedimiento
Con la ayuda de un cuchillo afilado, haga una incisión en la base de los tomates, en forma de cruz. En una olla ponga agua a hervir y, cuando rompa hervor baje el fuego e incorpore los tomates en el agua. Retire cuando la piel de los tomates comience a levantarse.
Retire los tomates de la olla y métalos en un bol con agua con hielo para cortar la cocción. Pele los tomates y píquelos.
Ponga los tomates picados en una olla con el azúcar y el jugo de limón.
Cocine por unos 50 minutos a fuego lento, revolviendo con frecuencia para evitar que se pegue a la olla.
Cuando tenga la consistencia de una mermelada retire del fuego y viértala en tarros de vidrio esterilizados. Tape y guarde en un lugar fresco.
